Desde los años 50 los psiquiatras, en su trabajo con pacientes esquizofrénicos, llegaron a la conclusión que cuando los demás miembros de la familia participaban de las sesiones terapéuticas se lograban cambios significativos en las interacciones posteriores de la familia. Estos cambios permitían a su vez el mejoramiento y la “cura” de los pacientes a niveles más profundos de lo que era posible solo utilizando la terapia individual.
En el contexto de familias interculturales la terapia de familia brinda la posibilidad de visualizar los temas sobre los cuales los miembros de la familia prefieren silenciar para “evitar conflictos”. A lo largo de diversas sesiones puede trabajarse con las constelaciones familiares ya sea con figuras o con otros representantes. Todos los miembros de la familia, independientemente de su edad, género y cultura serán tratados en igualdad de sus derechos y deberes.
En mi consultorio cada miembro de la familia tendrá la posibilidad y el espacio necesario para expresar desde su punto de vista cómo los conflictos familiares se mantienen. Las técnicas que utilizo con este fin son las preguntas circulares las cuales permiten abarcar la complejidad de los conflictos. Cuando los patrones que llevan a estos comportamientos logran revelarse es posible para los miembros de la familia interactuar de una manera diferente donde aparecen cambios. A su vez estos cambios repercuten en todo el sistema generando otros cambios deseados y esperados por la familia.
Dentro de la terapia de familia recomiendo el trabajo con el genograma en casos en que la familia tenga dudas sobre su identidad debido a las diferencias de cultura de sus miembros, especialmente cuando se trata de parejas provenientes de culturas diferentes. Esto les puede servir a fortalecerse y crecer como familia en la diferencia.
Constelación familiar realizada con una familia utilizando figuras de madera